Prevenir y combatir el odioso maskné realmente es más sencillo de lo que piensas. ¡Te damos la clave para te olvides de los granitos y la irritación!
El acné mecánico, ahora denominado y mejor conocido en la nueva normalidad como maskné, se refiere al acné que aparece debido al uso continuo del cubrebocas. Este solía ser mucho más usual entre deportistas o profesionales de la salud (quienes suelen utilizar la mascarilla en todo momento), aunque ahora se ha convertido uno de los problemas más comunes de skincare.
Y es que tanto los materiales rígidos, la acumulación de sudor y contaminación, además del aire caliente que se genera al usarlo por tiempo prolongado, impide que la piel respire, provocando irritación y la oclusión de los poros, propiciando el desarrollo y acumulación de bacterias que derivan en acné, comedones y otros problemas de la piel.
Lamentablemente, entre las pieles más afectadas se encuentran aquellas que sufren de sobreproducción sebácea y acné. Esto debido a que su condición propia se exacerba al conjugarse con agentes externos propios del uso del cubrebocas, incrementando los brotes de imperfecciones.
¿Cómo prevenir y controlar el maskné?
Por fortuna, es posible prevenir y controlar el maskné siguiendo religiosamente tu rutina de cuidado de la piel. Eso sí, requiere de bastante disciplina pero, créenos, vale totalmente la pena.
1. Limpia tu rostro meticulosamente
Lo ideal es lavar el rostro tanto en la noche como en la mañana, poniendo especial énfasis en usar productos ligeros, hidratantes, no comedogénicos e irritantes, que cuenten con el pH idóneo para tu tipo de piel.
Por otro lado, si sufres de piel grasa o consideras que necesitas de un paso de limpieza extra, a mitad del día puedes recurrir a unas toallas limpiadoras y la reaplicación de crema y protector solar.
2. Modifica tu rutina de skincare
La clave es utilizar fórmulas ligeras pero sumamente hidratantes compatibles con tu tipo de piel, que impidan la obstrucción de los poros y permitan su fácil oxigenación. Eso sí, antes de modificar tu rutina te recomendamos recurrir a un experto de la piel para que te ayude a definir los productos más adecuados para ti.
3. Darle una pausa al maquillaje
Preferentemente, evita aplicarte bases y correctores ya que pueden obstruir los poros y, al ensuciar con facilidad tu tapabocas, también promueven la generación de bacterias. No obstante, si te es indispensable maquillarte, emplea fórmulas sumamente ligeras o, mejor, dale total protagonismo a tu maquillaje de ojos.
4. Pon atención a tu cubrebocas
Tanto a una correcta limpieza después de usarlo (si es que usas uno de tela), como al tipo de material con el que está hecho.
No obstante, debes de tomar en cuenta que si bien para piel resultan mucho mejores los cubrebocas de tela hechos con fibras naturales, la OMS estipula que no son de los más efectivos, sobre todo si estos no se encuentran elaborados con la cantidad de filtros necesarios. Así que elige con cuidado y dale la limpieza adecuada. Te ayudará a mantener la salud en todo sentido.
5. Recurre a un tratamiento focalizado
Si han empezado a aparecer brotes, lo mejor es pedirle a tu dermatólogo que te recete un tratamiento focalizado para tratar el problema y mitigarlo cuanto antes. Usualmente, estos pueden ser en limpiadores, cremas, geles o sueros.
Vía Glamour
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