Durante la pandemia, el uso de cubrebocas ha sido una medida sanitaria clave para evitar la transmisión de COVID-19, sin embargo, este tipo de mascarillas tardan más de 450 años en desintegrarse y en muchos casos terminan en vertederos, ríos y océanos. Descubre cuál es la manera más segura y ecológica de desechar tu tapabocas.
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